Retrato De Mujer

A cientos de kilómetros de mi casa, frente a otro ordenador, se hallaba la mujer ideal

Algunos de los relatos que espero tengáis la amabilidad de leer, no son exclusivamente míos, me acompaña mi compañera, que digo de antemano, no tiene porqué ser mi esposa... Ella inspira algunos, me ayuda con partes escritas por ella en relatos conjuntos y juzga con un despiadado cariño todo lo que escribo. Ella, siempre se negó a publicar ningún escrito dejándome a mí esa tarea, pero también es suyo el mérito. Ahora que comenzamos nuestra andadura entre vosotros, y antes de continuar, quería presentaros a....... Bueno, tampoco le gusta que utilice su nombre, suelo llamarla siempre María ó Eva, ambos son para mí sinónimo de la mujer, así que lo dejaremos aquí, hoy solo quería presentarla y contaros como nos conocimos.

RETRATO DE MUJER

A cientos de kilómetros de mi casa, frente a otro ordenador, se hallaba la mujer ideal que había creado en mi mente a lo largo de los años. Su cabello largo, ondulado y moreno caía despreocupadamente sobre su frente, una sonrisa luminosa adornaba unos finos labios

No es un relato, nadie lo entenderá salvo su protagonista, ni siquiera puede calificarse, es simplemente una historia, real, increíble, y cuyo final aún no ha sido escrito. Tal vez debiera ponerle título, pero, aún no decidí cual.

El comienzo hay que buscarlo hace muchísimos años, creo que desde mi adolescencia, ya que fue allí donde comencé a hilvanar en lo que se convertiría este rosario amoroso. Comenzó con mi incipiente debilidad por las morenas, a ellas dedicaba todas mis miradas. Siempre me quedaba prendado de aquellos cabellos que brillaban con luz propia y que yo ansiaba tocar, acariciar, besar...

Así se fue gestando mi modelo de mujer ideal, y ese fue el primer rasgo distintivo que le coloqué; debía llevar y lucir su cabello como un estandarte, ante el que todos sucumbieran, como sucumbía yo. No fue casualidad que mis novias fueran siempre morenas, y digo esto no porque yo las eligiera así, salía sencillamente y yo, nunca creí en las casualidades y si en la predestinación de los seres humanos.

Año tras año, fui agregando más características particulares a esta mi “mujer ideal”, los ojos, oscuros y de mirada penetrante, labios finos y bien delineados, piel clara y sedosa y un gesto serio y arrogante, que la mostraba como una Princesa saludando a su pueblo. Nunca supe que fue lo me llevó a imaginar ese gesto, simplemente estaba en mi mente en el momento de imaginarla ¿De donde salió? No lo sabré nunca. Muchas noches soñaba con encontrarla a la vuelta de alguna esquina y toparme con aquella mirada fría y punzante para perderme en los abismos de su increíble oscuridad, pero esa parte del sueño nunca se cumplió hasta mucho después, y no precisamente en una esquina, pero retrocedo porque me estoy anticipando....

En aquel tiempo trabajaba de noche, recorriendo calles en una rutina casi siempre solitaria y aprovechaba aquellas horas de monotonía para seguir soñando con “mi morena”, imaginándomela en situaciones al límite y saliendo siempre triunfante, también la imaginé peleando con la vida palmo a palmo, defendiéndose de un mundo machista con las únicas herramientas que le había provisto este modesto creador: Su delicadeza en el trato y una deliciosa sensualidad. Y así, retazo a retazo, fui edificando la vida de esta “mujer a mi medida” hasta que un día reparé en la cantidad de historias que había escrito siendo protagonista ella, y me pregunté ¿Porqué no hacer un compendio de relatos con todo esto? Como idea era muy buena, pero había un pequeño problema… Nunca había escrito nada en serio y mucho menos destinado a otros ojos que no fueran los míos.


Mature Women are waiting for You!
Finalmente opté por dar forma a mi idea y releí algunos relatos que objetivamente me parecieron francamente espantosos. No tenían pies ni cabeza, no sabía como comenzar la historia y mi escritura era deplorable (Aún lo sigue siendo) así que me dije a mi mismo “Así no voy a ningún lado”. En esa época comenzaban mis escarceos en Internet, y de pronto se me ocurrió dotarle de vida a este ideal de mujer en la Red, creé un perfil donde ella estaría en las mismas condiciones que los demás, ya que aquí, es difícil saber quien es quien, Así es como nació mi sueño.

Poco a poco fui tomando confianza, y como no tenia problema alguno para sacar a pasear mi lado femenino, pude interactuar con hombres y mujeres bajo la cobertura que me proporcionaba “Mi ideal de mujer” y así fui dotándola de características que ni siquiera había imaginado antes. Aprendí a discutir y responder con suficiencia a quienes trataban de averiguar si realmente era una mujer quien estaba detrás del teclado, así fue como conseguí ir hilvanando mis relatos para dotarlos de realismo, incorporé figurantes, tenia un comienzo y una continuación pero nunca había un final, solo el ferviente deseo de llegar a conocer a la mujer que yo sabia era imposible, ya que solo estaba en mis sueños y el disco duro de mi ordenador.

Así que busqué ayuda nuevamente en Internet, y lo hice colocando en mi perfil real de una de las redes que manejaba, algunas referencias al erotismo y animaba a otros miembros a intercambiar relatos, el éxito fue más bien escaso y las respuestas no me satisfacían, realmente no sabía que buscaba...pero comencé a colgar relatos, algunas veces bajo mi perfil femenino y así fui acumulando opiniones y soltura, el anzuelo del relato rara vez salía vacío.

Una mañana descubrí un perfil que estalló literalmente ante mis ojos, un perfil público, era una supuesta chica, pero...era mucho más, era justamente la imagen que Dios me enviaba en respuesta a mis plegarias...era Ella, mi ideal, si es que existía y la fotografía era real...

Me faltó tiempo para escribirla, presentarme y solicitar su amistad. Su respuesta educada, breve y concisa, no se hizo esperar: Me agradecía la deferencia que la mostraba, pero ella no admitía a nadie, tenia ese perfil únicamente como un vínculo de contacto con sus conocidos y no obstante, estaría encantada de charlar conmigo cuando quisiera. Teniendo en cuenta que mi perfil estaba cerrado herméticamente a cualquier intruso con el fin de preservar mi verdadera identidad y diseñado de tal forma que, atrajera su presentación y enganchara su contenido, me sentí ligeramente frustrado al no poder utilizar este “arma de seducción” pero...ella me ofrecía escribirla, mi paciencia siempre fue infinita y algo me impelía a perseverar en romper su reparo.

Así comenzó un goteo continuado de mensajes, tímidos al principio y francamente agradables según pasaban los días, charlábamos de asuntos cotidianos, el tiempo, los hijos, sus logros y otras nimiedades que llegaron a convertirse en imprescindibles para mi de forma que cuidaba hasta el más mínimo detalle de redacción en los mensajes que la enviaba, siempre pendiente de agradar, de atraer sin molestar y de ganarme su confianza. Antes de acostarme ó recién levantado, mi tarea más primordial consistía en ver si tenia ese correo que siempre irradiaba alegría y frescura y por supuesto, preparar la respuesta....Sería prolijo detallar tanto intercambio hasta que llegó la primera foto, luego otra, y pude comprobar que la ilusión que yo tenia forjada en mi mente, era real, que no me había equivocado al ver la minúscula fotografía de su perfil, que en efecto, aquella mujer existía aunque por el momento no supiera donde.....Y redoblé mis atenciones, le envié algún relato, corto y recatado, un poema, fruslerías, solo por saber si aceptaba lecturas más extensas que las consabidas dos ó tres líneas diarias.....y aceptó su lectura y además hacia una critica inteligente....bastante más benévola que la que yo mismo me aplicaba.

Read this hot story:
An Open Letter to People Who Write Open Letters on the Internet (humor)

Un buen día me llego un correo con una sola pregunta: Yo solía utilizar emoticones en nuestra relación epistolar, los seleccionaba acordes con el texto y neutros en su significado, sin embargo, ella quería saber, de todo el catálogo de que disponíamos, cual de ellos le adjudicaría en caso de tener que representarla: sin dudarlo un instante, le envié el de una Princesa, la Princesa que yo soñaba y el titulo que ya tenia adjudicado en mi mente para ella.............

Y así seguimos estrechando nuestra confianza hasta que un día nos comunicaron que cambiaba la política del Portal, motivo por el que yo decidí abandonarlo o al menos, relegarlo a un segundo termino ya que los relatos eróticos que yo colgaba ya no tenían cabida allí salvo que los pusiera directamente en mi perfil y aquello era totalmente impensable, yo lo quería tal cual estaba, totalmente aséptico.

Al día siguiente, la comuniqué lo que sucedía y me atreví a darle mi dirección de correo para ver si quería que siguiéramos en contacto...Salté de alegría en el momento que en mi monitor apareció como respuesta, su propia dirección de correo, mejor aún su dirección de MSN. Aquello para mí solo podía significar que al menos tenía un mínimo interés por lo que yo le ofrecía.

Creo que ese día cambió mi vida. Poco tardamos en ampliar nuestras conversaciones y confidencias, banales, si, pero confidencias al fin y al cabo.

Y al poco tiempo, todo se precipitó: incursiones en msn cada vez más largas y frecuentes hasta que una noche me atreví a darle mi teléfono con la esperanza de ser correspondido. No fue hasta el final de la charla, cuando me provocó pidiéndome si quería despertarla después de las pocas horas que yo había dejado a su sueño, le respondí que estaría encantado de hacerlo, pero no tenia su número y esté salto ante mis ojos reverberando con luz propia en mi monitor...la felicidad me embargaba, en pocas horas, escucharía su voz y quedaría cerrado el círculo...su voz. Cuando llegó la hora, no sabia que decir salvo los buenos días...Y un canto de sirenas se deslizó en mis oídos al responder una voz dulce y melodiosa, con el mimoso acento de su tierra natal. Poco a poco, este medio se hizo habitual y hoy tengo una línea exclusiva para ella. Finalmente, picada por la curiosidad de saber más de mí, aceptó mi amistad en el Portal a fin de poder entrar en mi perfil y pasear a sus anchas por él.

Fue un día de nerviosa felicidad para mí a la espera de su comentario sobre el mismo. No quedé defraudado ni mucho menos. Simplemente me decía que estaba un poco loco y le encantaba o algo así. Cuando consideré que ya teníamos la suficiente confianza, le ofrecí mis escritos para escuchar su opinión y ella aceptó gustosa. Le envié el primero, haciéndole algunas aclaraciones sobre el personaje. A los pocos días me contestó que quería más. Le agradecí los elogios, pero lejos estuve de creer que yo era un Miguel de Cervantes... Poco a poco fui dándole más. Cuando me percaté, le había enviado casi todo lo que había escrito, bueno, todo salvo la colección erótica, así que me lancé por la cuesta y sin frenos...tras una cuidadosa selección, le envié uno bastante Light para ver su respuesta...Una respuesta de compromiso...para evitar decir que no le gustaba demasiado el tema... Algún otro, lo borró, según me dijo, no bien comenzó su lectura, pero a pesar de ello, nuestra cómoda camaradería se reforzaba día a día a través de msn.
Mis correrías nocturnas habían finalizado, ahora, todavía trabajaba de noche, pero desde la comodidad de un despacho, con Internet y tiempo para utilizarlo ¿podía pedir más? Evidentemente no...Además de amena, la noche en su amplitud me dejaba tiempo sobrado para continuar escribiendo una vez que ella, a veces a regañadientes, se marchaba a dormir. Y me apenaba, cada vez me sentía más unido a ella, sabia muy poco, pero no quería forzar nada.....el tiempo era y es mi mejor aliado, siempre lo fue y así fueron pasando los días, las confidencias, algún que otro relato, charlas al teléfono.... sin prisa pero afianzando algo que yo sentía nacer y de lo que quería hacerla participe a pesar de que tenía mis reservas sobre esta chica, ya que todo lo que me contaba coincidía en todo con mis fantasías y esto sucedió antes de que leyera mis relatos, era casi imposible que supiera y utilizara algunas de ellas en su favor.

Continuamos intercambiando fotos pero hubo una que llamó tremendamente mi atención: Una fotografía de buena calidad, en primer plano, que lucía bajo una enorme pamela un rostro hermoso, labios finos, ojos oscuros, y un gesto indefinido, abstraído, indescifrable. Ese era el gesto de “Mi ideal de mujer”. Entonces, sin ninguna duda, supe que estaba profundamente enamorado de ella

Ella era un ser transparente y quien estaba detrás del teclado era realmente quien decía ser, era verídica. Y ahí volví a la primera regla que me

enseñó Internet, Creer o no creer, esa era la cuestión. Y yo opté por creer. Entonces charlábamos durante horas de cine, libros, de su vida, de la mía y de un sexo genérico, por supuesto. En algunas cosas estábamos totalmente en desacuerdo, como por ejemplo en mi creencia en la reencarnación, así como en las almas gemelas que se encuentran irremediablemente estén donde estén. Yo le contaba que nos encontramos porque no había forma de impedir que lo hiciéramos, que era inevitable, somos almas gemelas. Yo creo que todo es una consecuencia lógica de haber conocido tanta gente en la vida, en donde vamos acercando y alejando a personas según nos agraden o no.

Algún tiempo después, me informó que vendría a Madrid y que podíamos conocernos...fui en su busca, no me voy a extender en como ni cuando ya que eso, ya duerme en sus archivos, solo recordar que una vez en el punto de la cita, alcé los ojos y enmarcada en una ventana de su casa, se hallaba la mujer ideal que había creado en mi mente tantos años atrás. Su cabello largo, ondulado y negro caía despreocupadamente sobre su frente, una sonrisa hermosa adornaba esos finos labios que me había mostrado aquella fotografía de la mujer con pamela, una sonrisa que me gritaba que era tangiblemente real, me costó mucho tiempo salir del shock que me produjo ese momento.

Muchas veces vuelvo a intentar razonar todo esto con ella (hasta hace unos días, cuando le anticipé el comienzo de esta historia) y siempre que recuerdo todo esto me pregunto ¿Cómo pudo ser que la única persona que respondió no a mi petición de amistad fuera el “duplicado” de mi morena? ¿Cómo entender que algo que surgió de mi calenturienta mente durante años sea real y tangente, tanto física como espiritualmente? ¿Cómo aceptar que cada característica particular que fui agregando a través de los años, sea parte esencial de su vida desde siempre? ¿Cómo entender que ella misma tenga la edad de mi personaje en la actualidad? ¿Cómo aceptar ciegamente que todas estas casualidades hayan sucedido sin una razón aparente y que las similitudes entre mi invención y la realidad sean tan exactas? Quizá la respuesta sea la que ella misma me dio hace tiempo… “Cariño...yo solo pasaba por allí”.

Y yo te estaba esperando... y llegó un día, un 14 de Marzo, donde saltamos de la comodidad del “cariño” al escribirnos al “te quiero” profundo que ahora utilizamos, aunque a veces, le siga un: “pero solo un poquito...” y nunca un poquito significó tanto...
Leave a Reply