Candente desayuno

Una calurosa mañana de enero, él decidió que nos veríamos para desayunar. Era la primera vez que conocería su casa, por lo cual me sentía algo ansiosa. Me duché, perfumé mi cuerpo por entero, y decidí vestirme de modo sexy: minifalda, blusa entallada y escotada, sandalias de taco alto, ropa interior negra y de encaje.

Salí decidida rumbo a su encuentro. Al llegar, grata y especial fue mi sorpresa, ya que el abrió la puerta vestido solamente con un slip (muy ajustado por cierto). Al abrazarme, noté que acababa de ducharse, y eso provocó que me sintiera muy atraída. -"No voy a separarme de esa boca"- me dijo, mientras recorría mis labios con su lengua, lentamente. Me besó apasionadamente, tomándome de la cintura y sentándome en un mullido sofá. Comenzamos a acariciarnos, yo besaba su cuello, lamiendo y dando suaves mordiscos, lo que generaba más deseo. Seguí luego por su torso, jugando con mi boca, al mismo tiempo que con una de mis manos tocaba su pene. Noté que esto le producía mucho placer, así que con mi boca empecé a lamer y chupar su miembro, metiéndomelo entre mis labios una y otra vez, y acariciando sus testículos. En ese momento comencé a masturbarme, me sentía realmente muy caliente.Él, al percatarse de ello, me tomó de la cabeza, me levantó y me sentó sobre sus piernas, apartó mi tanga con su mano, y ahora era el quien me tocaba la conchita.

Yo seguía dándole placer a su miembro con mis manos, mientas que gemía suavemente en su oído. Esto hizo, que me arrancara de un tirón los botones de la blusa, quedando al descubierto mi sostén, me lo quitó y fue lamiendo, chupando y dando mordiscos a mis pezones, acariciando también mi vagina y mi cola. Así, me llevo hasta la cama, y retiró mi pollera y mi bombachita con su boca, mientras yo abría mis piernas de par en par.

Fue ahí cuando me introdujo su pene muy duro y grande, mi excitación era tal que rasguñé su espalda. -"Quiero ponerme en 4"- le dije, a lo cual aceptó gustoso. En esa posición fue lamiendo mi concha e introduciendo un dedo en mi ano. Esto realmente me calentaba y él lo notaba también. Volvió a meterme su miembro, y los dos nos movíamos suave al principio, y de a poco fuimos aumentando la velocidad. Podía sentir su pene muy dentro de mí y para aumentar aún más el deseo y la pasión, yo con mis manos abría mis nalgas. Ello facilitaba que el pudiera entrar cada vez más. -Cabalgame, hermosa"- me dijo. Acepté y decidí sentarme sobre el, pero de espaldas, esto lo enloqueció, y ante cada movimiento de mi pelvis, podía sentir sus gemidos y el calor de su piel y sudor. -"Quiero tomarme tu leche"- comenté. -"Si, hazlo"- respondió. Y cuando percaté que estaba por estallar de placer, metí su pene en mi boca, jugando con mi lengua nuevamente y su leche muy tibia fue inundando mi boca, mientras lo miraba a los ojos.

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¿Que Nos Sucede?

Luego mirándome dulcemente y ante una profunda pausa, comentó: -"Compuse algo para vos bonita"- y tomando su guitarra, y completamente desnudo, cantó un blues para mí. Mientras yo lo observaba entero, con ternura, sorpresa y deseo a la vez. Cuando finalizó y apoyó su instrumente de nuevo en el estuche, lo besé muy tiernamente. Esto provocó que su pene comenzara a querer acción nuevamente, y de un movimiento me senté sobre él y le dije que quería sentirlo en mi cola, asi que empezó a introducir sus dedos en mi ano, de a poco, mientras yo me acariciaba y lamía los pechos para su deleite.

Cuando mi ano fue dilatándose, introdujo su pene en mi cola, y yo me movía rítmicamente, muy fuerte. Estábamos empapados en sudor, pero disfrutando al máximo -"Como me calentás pendeja, quiero llenarte ese orto de leche"- dijo. Era lo que yo quería también, así que me tomó de la cintura para intensificar nuesta calentura y movimientos. Mientras lamía mis pezones, podía sentir como fluía dentro de mi cola, esa leche que tanto deseaba. Seguí moviéndome hasta que la última gota salió, provocando un mutuo clímax delicioso.

Rendido por tanta lujuria y pasión se recostó, me abrazó, besándome y apoyando mi cabeza en su pecho. Ah, por cierto, el desayuno jamás lo tomamos, quedó sobre la mesa enfriándose...

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