Iniciación

Tras seleccionar con sumo cuidado y detalle cada prenda las envolví en papel de regalo y las entregue a fin de que siguiera las instrucciones que había dejado escritas en su interior.

A media tarde me cite en una cafetería del centro de la ciudad dispuesto a visualizar su cuerpo engalanado con cada detalle que había preparado para el encuentro. Vestía camisa, a la cual faltaban por abrochar los dos primeros botones como había sugerido; la falda era la prenda más corta del atuendo, tan ajustada y breve que cualquiera que estuviera caminando frente a ella se podría percatar de la ausencia de ropa interior. En su cuello adornaba un fino y redondeado collar al cual nada más sentarme sobre la silla pose en la mesa una argolla como símbolo de satisfacción, tras ofrecerme el bolso pude comprobar como lo demás estaba en el interior tal y como había especificado.

Las manos sobre la mesa denostaban los nervios y tensión por lo embarazoso de su situación. Antes de pedir algo para beber la obligue a desabrochar un botón más mostrando la ausencia de sujetador y pronunciando más la visión de su prominente busto. Su presencia allí era por su propia voluntad y la aceptación a mis deseos. Cualquier muestra de vergüenza o desaprobación de mis órdenes llevarían un serio castigo.

Nada más ver el camarero acercándose con la bebida subió ligeramente la falda de forma insinuante. Ver la reacción del camarero me hizo variar un poco los planes. Acercando el billete para pagar le hice ademan que se inclinara para susurrados algo al oído y tras murmurar me contesto que no habría problema, dejando el grueso como propina. Tras un tiempo de espera volvió el camarero portando hielos contenidos en un vaso, mientras lo posaba cerca de ella fue susurrando algo en su oído, comprobando cómo se sonrojaba, y se marchó.

Read this hot story:
Solo Sé Que Tenía 40


Mature Women are waiting for You!

Levanto la mirada y cogiendo un hielo del vaso lo introdujo de manera lenta y suave dentro de su sexo, regalando a la vista como sus pezones se marcaban en la camisa por la situación junto con los efectos que el gélido frío iba transformando su cuerpo. Comprobando como algunas personas de nuestro alrededor se habían dado cuenta de lo que estaba sucediendo en nuestra mesa. Saque del bolsillo un pañuelo y lo pose sobre la mesa esperando la reacción. No tardo en extender el brazo.

Lo sujete con fuerza, retirándolo de su alcance, obligando a subir un poco más la falda, abriendo más las piernas y que se metiera todos los hielos, deleitándome con el delirio que el frío estaba provocando en su cuerpo a la vez que iba derramando gotas de agua del hielo que se iba derritiendo sobre el suelo. Nada más termino la última piedra acerque el pañuelo a su lado para que lo introdujera también en el interior de su sexo.

Me levante de la silla y tras obligarla a desabrochar otro botón marchamos de esa cafetería mientras exhibía su cuerpo a la vista de otros que en ocasiones volteaban semifinal conscientes de que salvo la ropa que la vestía estaba desnuda. Apenas subimos al coche me pregunto si estaba orgulloso de su comportamiento, acerque a su mano dos pinzas metálicas las cuales sabía donde debía colocarlas y arranque sin dar una sola respuesta.

Leave a Reply